sábado, 3 de agosto de 2019

De camino hacia Emmerich am Rhein



Ajustes, puesta a punto, últimos retoques y en marcha de nuevo. Dejamos el Welcome Hotel de Wesel, un gran hotel en las afueras de la ciudad que no nos acaba de encantar. Hoy la jornada se presenta un poco más larga. Nos toca pedalear camino de Emmerich am Rhein, donde ya el río que nos acompaña abandona definitivamente Alemania para introducirse en tierras holandesas.














El carril bici por el que circulamos nos conduce directamente a Xanten, una ciudad con atractivos diversos, en la que nos detenemos.


Callejeamos y nos encontramos con un centro histórico que conserva muchos puntos de interés. La catedral es uno de ellos. Al lado, en la Marktplatz, encontramos un mercadillo con productos locales. Desde cualquier lugar de la ciudad se aprecia la Klever Tor, una torre medieval de tres pisos que data del siglo XIV. Formaba parte del recinto amurallado que rodeaba a la ciudad y hacía las veces de puerta de entrada.


Otro de los monumentos que atrae la atención del visitante es el molino de Kriemhild (Kriemhildmühle). En esta zona es frecuente ver molinos de viento. Hay bastantes aunque la mayoría ya no están en funcionamiento. Éste de Xanten es del siglo XVIII y se mantiene en perfecto estado. 

Antes de rematar la visita nos acercamos a la zona en la que en el siglo II se ubicaba la Colonia Ulpia Traiana, que daría origen a la ciudad actual. En el lugar de los antiguos emplazamientos romanos se ha hecho una recreación de diferentes instalaciones de la época imperial. Los muros de la ciudad, un templo, el anfiteatro y las casas romanas constituyen el llamado Parque Arqueológico de Xanten que allí se encuentra. La reconstrucción permite hacerte una idea muy definida de lo que debió de ser la vida en el lugar, pero no nos supuso un aliciente suficiente como para pagar los 12 euros de entrada.




Desde aquí, continúa la ruta a lo largo de la ribera izquierda del Rin. Finalmente, en la distancia aparece el impresionante puente colgante conocido como el Golden Gate del Bajo Rin que nos anuncia la proximidad del final de etapa. Atravesamos desde Klever hasta el otro lado del Rin por el puente colgante más largo de Alemania (unos 1200 m) y llegamos por fin a nuestro destino de hoy, Emmerich am Rhein. 




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