lunes, 12 de agosto de 2019

Arnhem, bulliciosa, bombardeada y laureada

Arnhem es una ciudad de tamaño medio, moderna, bulliciosa y en movimiento, con mucha actividad nocturna. Vida en la calle, juventud, música. Un grupo de españoles que vive allí nos dice que el carácter divertido de los holandeses no tiene nada que ver con el de sus vecinos los alemanes. La actividad se concentra principalmente en el casco antiguo lleno de restaurantes, turistas, músicos callejeros, pintores urbanos y ciclistas por todas partes. El eje en torno al que se mueve la vida urbana es Korenmarkt (algo así como el mercado del maíz). Es allí donde hay que ir para tomar una cerveza o un relajado café al aire libre, encontrar un buen lugar para comer y curiosear husmeando en las pequeñas tiendas que hay por las calles y callejones que rodean la plaza.





Arnhem era la ciudad favorita de la clase alta holandesa en el siglo XIX. Desgraciadamente sufrió muchos destrozos durante la Segunda Guerra Mundial, aunque fue reconstruida cuidadosamente y sigue teniendo un especial atractivo, con muchos edificios históricos y un montón de cosas que ver.  Durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial, el puente de Arnhem sobre el Rin se convirtió en el objetivo principal de la Operación Market Garden iniciada por los Aliados. Los combates librados en el puente y alrededores dejaron destruida esa parte de la ciudad. En 1986, Arnhem fue laureada con el Premio de Europa, una distinción otorgada a aquellos municipios que han hecho notables esfuerzos para promover la unidad europea.


La capital, junto con el área metropolitana, ronda los 750.000 habitantes. Es mucho para Holanda. Y crece rápidamente. La estación central es uno de los puntos fuertes. Su construcción duró 20 años y se ha convertido en un nudo de transporte importante, una referencia para la renovación urbana y una catapulta para su crecimiento económico. Es una construcción de gran belleza estética, llamativa y muy visitada no solo por los viajeros sino también por diseñadores, urbanistas, arquitectos e ingenieros interesados en conocer obras vanguardistas.


Su diseño es muy funcional y pretende una utilización intuitiva del espacio por parte de los usuarios. Gracias a ello se logra una gran fluidez para que los 120.000 pasajeros que diariamente la utilizan se muevan sin complicaciones y lleguen de forma sencilla y rápida al punto que necesitan. 

La terminal tiene dos niveles inferiores para aparcar bicicletas y varios niveles superiores, con un espectacular hall de entrada, oficinas, tiendas y amplios corredores que desembocan directamente en los andenes. 

El intercambiador de Arnhem es la puerta de entrada a la ciudad y se ha convertido en un punto estratégico para las conexiones entre Alemania, los Países Bajos y Bélgica.

1 comentario:

  1. Hola, José
    Como siempre un reportaje espléndido, con unas fotografías espectaculares. Gracias por hacernos vivir vuestro viaje.
    Un montón de besos.
    Susana

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